Conmocionado, de esta forma se ha visto el fútbol internacional por la tragedia de este fin de semana en Indonesia. Y es que 125 personas perdieron la vida como consecuencia de los disturbios que se produjeron dentro del terreno de juego.
La barbarie se desató este sábado, en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang (Java Oriental), cuando 3.000 fanáticos del equipo Arema invadieran el campo, tras perder (2-3) contra el Persebaya Surabaya. La policía lanzó gas lacrimógeno para dispersar la multitud.
De acuerdo con Nico Afinta, jefe de policía de Java Oriental, la mayoría de las muertes fueron causadas por la estampida de los aficionados. Muchos perdieron la vida asfixiados. Y eso que la FIFA prohíbe el transporte y uso de gases lacrimógenos en los estadios.
Dedi Prasetyo, portavoz de la Policía de Indonesia (PNI), indicó que las autoridades están investigando a 18 oficiales de seguridad, quienes estaban de servicio y eran los responsables de operar con las escopetas para disparar botes de gas.
125 muertos en Indonesia
En un principio se habían reportado 174 muertos; sin embargo, las autoridades confirmaron que la cifra real era de 125 muertos y 323 heridos. Nyoman Eddy, jefe del equipo médico de la PNI, indicó que hubo discrepancia en los datos como consecuencia un error en el registro de los hospitales que atendieron a las víctimas.
Por su parte, el departamento de menores del Ministerio de Mujeres y Protección Infantil de Indonesia precisó que, de esos 125 fallecidos, 17 menores de edad perdieron la vida. Ya esto se considera como la segunda tragedia más grave en la historia del fútbol mundial.
Mahfud MD, el principal ministro de seguridad de Indonesia, infirmó que, aparentemente, el estadio rebasó su capacidad de público, ya que se habrían vendido más de 4.000 boletos de su aforo. Luego de la tragedia, se optó por suspender la liga de este país.
Escrito por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95