Si es capaz de plantar un árbol en el desierto, organizar el Mundial de 2023 no luce como un imposible para la Conmebol. Así lo dijo su presidente, Alejandro Domínguez, durante la presentación de llamado Árbol de los sueños, un espacio dedicado al fútbol sudamericano.
Se trata de una edición que la FIFA decidirá en 2024, en la que la candidatura conjunta de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile compite contra la de España, Portugal y Ucrania.
«Si pudimos plantar un árbol en el desierto, no hay duda de que podemos hacer un Mundial en 2030. Queríamos traer el espíritu de Sudamérica a este país que nos abrió sus puertas y las de su corazón y que tuvo una espectacular ceremonia de organización ayer», dijo el mandatario, entre aplausos de la mayoría de representantes de la Conmebol.
Árbol de los sueños para Conmebol
Domínguez se encargó de inaugurar y cortar la cinta del recinto Árbol de los sueños, que reúne en tres zonas barrios de la historia del fútbol sudamericano. «Este árbol y este barrio significa la esencia pura del fútbol sudamericano, de barrios; de calles, de potreros, de calles marginales. De ahí salieron y siguen saliendo las y los mejores jugadores del mundo», comentó.
El primero de estos barrios representa a futbolistas emblemáticos de Sudamérica (algunos que defenderán a su país durante el Mundial de Catar 2022). El segundo es un viaje a través de los “iconos más grandes del fútbol: Maradona y Pelé”. El tercero y último muestra la historia de las competiciones organizadas por Conmebol.
De hecho, cuenta con una zona recreativa que incluye una minicancha, un simulador del VAR y pantallas recreativas. De manera que los fanáticos elijan al que para ellos es el equipo ideal en la historia del fútbol sudamericano, y con lo que pueden concursar «por premios únicos e increíbles».