Con tan solo 17 años de edad, Pablo Martín Páez Gavira, mejor conocido como Gavi, se ha convertido en una de las mayores promesas no solo del Barcelona, sino también de la selección española. No obstante, este joven tiene la particularidad de salir al terreno de juego con los cordones desatados.
Los motivos no tienen nada que ver con una cábala, costumbre o superstición. Aunque parezca difícil de creer, el periodista Marc Marbà reveló hace unos días que Gavi se acostumbró a jugar de esta forma porque nunca aprendió a amarrarse los cordones.
Esta versión se complementa con la de uno de uno de los entrenadores de Gavi en las categorías inferiores del Betis: «Tiene tanta prisa por jugar que no pierde el tiempo atándose los cordones», dijo el técnico al medio catalán Betevé.
De hecho, su compañero de equipo y otra promesa del Barcelona, Nico González, le jugó esta semana una broma en las redes sociales: «Ya es hora de aprender», escribió Nico con una foto en la que se ve ayudándole a amarrar las trenzas de los zapatos. «Los guantes, bro…», le respondió Gavi como excusa.
Gavi con el Barcelona
En su primera temporada como futbolista profesional, Pablo Gavi ha disputado 16 partidos con el Barcelona en LaLiga, donde registra un gol y tres asistencias. Su equipo finalizó el año en el séptimo puesto del campeonato, producto de siete victorias, siete empates y cuatro derrotas.