Un camino de constancia y superación, de esta forma se resume la historia de Federico Gatti, quien se sobrepuso a todos los obstáculos y carencias típicos los futbolistas amateurs para dar el salto a la Juventus. Más allá de que pasó por cinco categorías del fútbol italiano (Promozione, Eccelenza, Serie D, Serie C y Serie B), llegó a trabajar como albañil.
Con 1.90 de estatura, Gatti fue una de las incorporaciones de La Vecchia Signora para el ya finalizado mercado invernal, a cambio de 7.5 millones de euros; aunque el central seguirá jugando en la Serie B, con el Frosinone Calcio, hasta que finalice la actual temporada.
Durante una entrevista con La Gazzetta dello Sport, el jugador de 23 años de edad habló abiertamente sobre las adversidades que afrontó antes de dar el salto la élite. Todo empezó cuando hizo vida en las categorías inferiores del Torino. Como se quedó sin lugar en el equipo, tuvo que trabajar para sacar hacia adelante a su familia.
Albañil antes de ir a la Juventus
«Mi padre se quedó sin trabajo y yo tenía que corresponder los esfuerzos que hizo por mí. Trabajé como albañil, fabricando ventanas o reparando techos. Fue duro, pero ayudó en mi formación. Trabajé y jugué para compensarlo», relató el zaguero.
Mientras alternaba su trabajo de albañil con el fútbol fichó por el Pavarolo, club que para ese momento militaba en la quinta división. De allí empezó a ascender de división con el Verbania, en la Serie D; el Pro Patria, en la Serie C; y en 2021 con el Frosinone, de la Serie B, donde llegó a cambio de 100.000 euros.
Con el conjunto lazial se ha convertido en un ídolo: suma 18 partidos en la Serie B, donde acumula tres goles y forma parte del equipo ideal de la primera vuelta. Esto causó que se ganara el interés de varios clubes de la Serie A, como Torino, Napoli y, por supuesto, Juventus. De acuerdo con la prensa italiana, Federico Gatti podría ser el reemplazo ideal de Giorgio Chiellini.