Se volvió a repetir la misma historia de Querétaro, con la diferencia de que hubo más detenidos y se dio en otro continente. La fiscalía de Marruecos envió a prisión preventiva a 67 fanáticos (17 de ellos son menores de edad) por su presunta implicación en los hechos violentos que se produjeron el pasado fin de semana, en un partido de fútbol en Rabat.
Esta barbarie se produjo cuando finalizó el partido entre FAR de Rabat y MAS de Fez, en las eliminatorias de la Copa del Trono. Los hinchas del club rabatí (eliminado del torneo con marcador de 2-0) invadieran el terreno de juego del estadio Moulay Abdellah, para enfrentarse al público del equipo fasí.
Un total de 103 agentes de seguridad y 57 hinchas resultaron heridos durante los actos de violencia. En un principio, la Dirección General de la Seguridad Nacional (DGSN) detuvo a 160 personas (90 menores). Sin embargo, a la mayoría ya los liberaron.
De acuerdo con la DGSN, los detenidos están supuestamente implicados en la agresión a 85 policías y 18 agentes de las Fuerzas Auxiliares; así como en la destrucción de 33 vehículos y parte de las instalaciones del recinto deportivo. Los detenidos, según el fiscal Hasán Farhan, se arriesgan a recibir una pena de muerte de cinco años.
Sanción de la federación de Marruecos
La Real Federación de Fútbol de Marruecos (FRMF) sancionó este lunes a los dos clubes de Rabat y Fez con partidos sin público. Además, impuso multas económicas y el pago de reparaciones de los daños ocasionados.
En vista de la mejora de la situación con la pandemia, tras casi dos años de cierre, el gobierno de Marruecos reabrió las puertas de los estadios al público desde el pasado 24 de febrero.
La agencia de noticias Efe reseñó que en este país son habituales los disturbios provocados por los grupos ultras, principalmente por los que apoyan a los dos grandes equipos de Casablanca: el Raja y el Wydad AC.
Escrito por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95