Es falso y absurdo pensar que el FC Barcelona compró a los árbitros cuando el club le pagó a una empresa de José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Así lo afirmó Josep María Bartomeu, presidente de la entidad azulgrana entre 2015 y 2020, al diario La Vanguardia.
Estas declaraciones se producen después de que saliera a la luz que la Fiscalía de Barcelona investiga por un presunto delito de corrupción entre particulares a la empresa Dasnil 95, propiedad de Enríquez Negreira, por unos pagos de 1,4 millones de euros, realizados por el club entre 2016 y 2018.
Según Bartomeu, la relación con el exvicepresidente del CTA empezó bajo el mandato de José Luis Núñez. Dicha relación se mantuvo con Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y él mismo. En este sentido, niega que, con la contratación de los servicios de esta empresa, el club pretendiera influir en los arbitrajes.
La respuesta de Bartomeu
«Es absolutamente falso y absurdo pensar que compramos a ningún árbitro, no hay nada que esconder. Si hubiéramos influido en los árbitros no nos hubieran anulado un gol en la última jornada contra el Atlético, que nos daba una Liga. Es absurdo pensar eso, y podría poner más ejemplos», indica.
El expresidente del Barcelona sostiene que los pagos se realizaban a cambio de informes arbitrales «habituales» en el mundo del fútbol. «Los informes existen, se entregaban tanto al primer equipo como al Barça B antes de cada partido para comentar aspectos acerca del árbitro que tocaba. Los entrenadores y los jugadores los agradecían», subraya.
El encargado de redactar estos informes era Javier Enríquez Romero, hijo de Enríquez Negreira. «Era muy buen profesional. Yo con su padre apenas tenía contacto», destaca Bartomeu.
También le parece una casualidad la decisión de trabajar con una empresa del exvicepresidente del CTA; si bien asume dudas de carácter ético, mas no de carácter legal. «Los pagos eran altos, sí», sentencia.
Escrito por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95