Además de la amarilla o la tan temida roja, los árbitros en Portugal ahora pueden sacar la tarjeta blanca. Se trata de una iniciativa que pretende no solo revolucionar, sino también valorar el juego limpio en el fútbol.
Creada en 2014, la tarjeta blanca se convirtió en una constante para las categorías inferiores del deporte luso. Sin embargo, en enero 2023, adquirió una nueva dimensión, cuando se mostró en un gran partido; tal como reseña la agencia de noticias Efe.
Durante el derbi femenino entre Benfica y Sporting de Lisboa, un fanático se sintió indispuesto en la grada y los equipos médicos de ambos clubes dejaron a un lado su histórica rivalidad para asistirle. La árbitra Catarina Campos los recompensó con una tarjeta.
Se trata de «una tarjeta pedagógica, que pretende valorar el gesto positivo en el juego», según explicó a EFE José Lima, coordinador del Plan Nacional de Ética en el Deporte (PNED) de Portugal.
«Muchas veces de lo que se habla es de lo negativo, de la dimensión más sancionadora de la roja y la amarilla, y de las intrigas que hay en el juego», por lo que la tarjeta blanca pretende contrarrestarlo «premiando lo positivo», afirmó Lima.
Los orígenes de la tarjeta blanca
Este proyecto se remonta a 2013 en España, concretamente en la Copa Coca-Cola; un torneo de categorías inferiores que aplicaba la tarjeta blanca en sus partidos. Al trasladar la competición a Portugal, contactó con el PNED para una colaboración.
La entidad, vinculada al estatal Instituto Portugués para el Deporte y la Juventud, asignó a la tarjeta un «reglamento para varios deportes», no solo para fútbol, e implicó a diversas entidades y federaciones.
Actualmente, el PNED cuenta con 78 organizaciones, como ayuntamientos, clubes e incluso la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), que lo aplica en todas sus competiciones, a excepción de la Taça de Portugal masculina.
Cualquier persona la puede recibir
Nadie es inmune a la tarjeta blanca. Puede mostrarse a jugadores, técnicos; a nivel individual y colectivo o, incluso, al público. Así ocurrió el pasado febrero, cuando una enfermera que asistía a un partido de fútbol sala recibió la cartulina tras atender a una jugadora que se había lesionado.
De hecho, hasta puede mostrarse a quienes recibieron una tarjeta roja; como sucedió recientemente en un partido de la tercera división. Un futbolista que ya había sido expulsado por el árbitro reconoció que la decisión había sido correcta, así que le valió otra tarjeta, pero esta vez la blanca.
Casos como este aparecen a diario en la prensa regional y nacional de Portugal, algo que pretendía el proyecto. «Se habla muy poco de la dimensión positiva del deporte. Esta tarjeta valora este aspecto y lo ha llevado al debate público», destacó Lima.
Según el coordinador de la PNED, la tarjeta blanca ha demostrado que los incidentes disciplinarios se han reducido. Y es que los árbitros, que a menudo menospreciado, se han visto beneficiados con su aplicación.
¿Es aplicable al fútbol de élite?
Este proyecto, que se complementa con una entrega anual de premios, ha despertado el interés de organismos de Estados Unidos. También de organizaciones como la Federación Europea de Balonmano, que ya empezó con los contactos.
Aplicar la tarjeta blanca en el fútbol profesional masculino es una tarea complicada, por las reglas de la FIFA y la International Football Association Board (IFAB). No obstante, Lima considera que tarde o temprano ocurrirá: «Esta tarjeta se impondrá y se afirmará por sí misma».
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