El Gobierno de Gran Bretaña le dio luz verde a Roman Abramovich, presidente del Chelsea, inyectar una suma de 30 millones de libras esterlinas al equipo. Este importe está destinado a gastos del día a día, para aliviar la situación de los Blues y evitar que caigan en la ruina.
El gobierno británico actualizó la licencia especial que le concedió al Chelsea para seguir operando. Con dichos 30 millones, la institución podrá costear la elevada suma de salarios que debe pagar por mes. Estos se aproximan a los 28 millones de libras.
Aparte de este impulso a las arcas del Chelsea, el gobierno británico también le dio permiso al club de vender entradas para los partidos de Champions League y FA Cup que se disputen en Stamford Bridge; no así para la Premier League, aunque sí incluyen los encuentros de la Superliga femenina, tanto en casa como de visitante.
«El Gobierno hizo los cambios a la licencia que se otorgó al Chelsea para que los aficionados tengan acceso a los partidos de fuera de casa, a los de Copa y a los del conjunto femenino. Me gustaría agradecer su paciencia a los aficionados».
Nigel Huddleston, ministro de Deporte británico.
Sanciones al Chelsea
Desde que el Reino Unido sancionó a Abramovich el pasado 13 de marzo, el combinado ha tenido limitado el gasto para los partidos de local y visitante; así como congelados todos sus activos, por lo que no podía vender entradas, hacer mercadotecnia ni fichar, traspasar o renovar jugadores.
Solo los aficionados con abono de temporada y aquellos que compraron sus boletos antes del 10 de marzo podían ingresar a los estadios. Con estos cambios de licencia, se evita jugar a puerta cerradas, tal como indicaban las respectivas sanciones que se impusieron.
A la espera de que termine de descongelarse la futura venta del Chelsea, tales ingresos no están destinados al club, sino a la UEFA y la Asociación del Fútbol de Inglaterra. Con respecto a este tema, el grupo Saudi Media quedó fuera de la carrera para comprar a los Blues.
Quienes se mantienen prevenidos hacerse con el conjunto de Stamford Bridge son la familia Ricketts, dueña de los Chicago Cubs, y el multimillonario Martin Broughton. También está el consorcio formado por Todd Boehly, codueño de Los Angeles Dodgers y Los Angeles Lakers, Hasjorg Wyss y Jonathan Goldstein.
Escrito por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95