Talento precoz, vistoso, con una técnica y precisión parecida a la de David Beckham para centrar desde la banda derecha. Así era el juego de Sebastian Deisler. Parecía que estaba destinado a ser la estrella del fútbol alemán. Sin embargo, las constantes lesiones de rodilla lo llevaron al camino de la depresión. En dos oportunidades estuvo bajo tratamiento psiquiátrico, al punto de colgar los botines a sus 27 años.
Los inicios de Sebastian Deisler
El talentoso mediocampista debutó como profesional en 1998, con el Borussia Mönchengladbach. Para ese entonces, ya la prensa alemana lo catalogaba como una de las mayores promesas de toda Europa. En vista de que el Gladbach finalizó último en la Bundesliga y descendió, se les hizo imposible retener a Deisler; así que lo vendieron al Hertha Berlín, que había clasificado a la Champions League.
A pesar de que en su primera temporada con el Hertha se rompió el ligamento cruzado, el Beckham teutón no solo se convirtió en la sensación del club, sino que también recibió la convocatoria para disputar la Euro 2000, donde Alemania quedó eliminada en fase de grupos. De hecho, antes de jugar con la selección absoluta, estuvo por todas las categorías inferiores nacionales, a partir de la sub-15.
Lo que parecía un sueño para la mayoría de los futbolistas jóvenes se convirtió en una pesadilla. En su tercer año en Berlín, cuando ya estaba consolidado, se tuvo que someter a una cirugía en la rodilla derecha que le hizo perderse toda la temporada, incluyendo la Copa Mundial de Corea-Japón 2002. A pesar del contratiempo, el Bayern de Múnich lo fichó lesionado, a cambio de 9 millones de euros.
Depresión en Múnich
Deisler estuvo apartado de las canchas durante nueve meses. Como consecuencia de los problemas físicos, apenas jugó ocho partidos en su primer curso con el conjunto bávaro. En la campaña siguiente se sumergió en un cuadro depresivo, ya que no pudo soportar la presión a la que estaba sometido. Como estaba bajo tratamiento en una clínica psiquiátrica no pudo acudir a la Eurocopa de 2004.
Entre 2005 y 2006 vivió sus mejores meses de su carrera: recuperó la titularidad y lideró el mediocampo del Bayern, tras la marcha de Michael Ballack al Chelsea. De hecho, llevó el número 10 en su espalda en la Copa Confederaciones, en la que Alemania quedó tercera como anfitriona. Cuando estaba por disputar el Mundial que organizaría su país, recayó de su lesión en la rodilla y quedó inactivo por seis meses.
Otra lesión y retiro de las canchas
En la 2006/07 sufrió una rotura de fibras, cuando solo había disputado cuatro partidos de aquella campaña. Es por esto que, a solo días de haber cumplido los 27 años de edad, Sebastian Deisler anunció su retiro de los campos de juego: