En vista de los episodios de violencia que se produjeron este fin de semana en Brasil, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) manifestó su preocupación. Y es que hubo agresiones e invasiones al campo por parte de los aficionados en dos partidos distintos.
La CBF afirmó este lunes, en un comunicado, que espera que el Superior Tribunal de Justicia Deportiva (STJD) actúe con el rigor necesario para castigar a los responsables de las escenas impactantes que hubo en la primera y segunda división.
Los disturbios se produjeron en el Ceará-Cuibá, del Brasileirao, y el Sport-Vasco da Gama, de segunda. Los dos cotejos quedaron 1-1 y tuvieron que terminar antes de tiempo; en vista de la barbarie que se desató no solo en las gradas, sino también sobre el terreno de juego.
La barbarie en Brasil
En Fortaleza, con sus hijos pequeños en brazos, algunos hinchas del Ceará huyeron hasta el campo del Arena Castelao. Posteriormente, otro grupo de ultras llegó a la cancha y rodeó a algunos de los jugadores del Ceará, que corrieron hacia el túnel de vestuarios.
En Recife, por su parte, la fanaticada del Sport invadió el Ilha do Retiro por distintos puntos. De hecho, agredieron a varios futbolistas del Vasco y a trabajadores que se encontraban en el estadio, tal como reseña la agencia de noticias Efe.
«Un bombero y una bombera que estaban trabajando próximos a un portón continuaron siendo agredidos, incluso con la mujer caída en el suelo», afirmó el acta del árbitro, que decretó el final del compromiso antes de tiempo, debido al «ambiente totalmente imposible para la práctica del fútbol».
La CBF, asimismo, lamentó la suspensión del Goiás-Corinthians. Este encuentro también estaba programado para el domingo. Sin embargo, para evitar conflictos entre aficionados de ambos equipos, no se jugó.
Con información de Efe