Mientras afronta una pena de dos años y dos meses de prisión no efectiva, Néstor Ortigoza anunció esta semana su retiro de las canchas a los 38 años de edad. Más allá de sus problemas con la justicia, el futbolista argentino, nacionalizado paraguayo, se va como un ídolo de San Lorenzo de Almagro.
En medio de una complicada situación deportiva e institucional, el mediocampista regresó al club de Boedo el año pasado. «Estoy feliz, tengo sentimientos encontrados. Estoy contento, pero a la vez triste, porque dejo de jugar a la pelota, que es lo que más amo», declaró a los micrófonos de ESPN.
Durante sus tres etapas en San Lorenzo, Ortigoza disputó 236 partidos y marcó 25 goles. Tras alzar el torneo doméstico en 2013, con un gol de penalti; ante Nacional, le dio al club su primera, y hasta ahora única, Copa Libertadores. Un año después se llevó la Supercopa Argentina ante Boca Juniors.
Asimismo, el futbolista argentino-paraguayo disputó 134 encuentros y anotó 18 tantos con Argentinos Juniors, donde ganó el Torneo Clausura 2010; mientras que con Rosario Central obtuvo la Copa Argentina de 2018. En su país, también vistió la camiseta de Nueva Chicago y Estudiantes de Río Cuarto.
Johnny, como es conocido, será recordado por su eficacia en los penales, puesto que convirtió 56 dianas en 60 lanzamientos desde los once pasos. Además, llegó a ser un habitual en la selección guaraní, con la que disputó 33 partidos. De hecho, en 2010 jugó los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica.
Prisión no efectiva para Ortigoza
Hace una semana, a Néstor Ortigoza lo condenaron a una pena de dos años y dos meses de prisión no efectiva; por «amenazas coactivas» al que fue jefe de seguridad de la plantilla de San Lorenzo en 2015.
Mauricio Argañaraz, el denunciante, afirmó que, en julio de 2015, el futbolista lo amenazó en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, por temas económicos particulares no relacionados con la práctica deportiva.
Pese a que Ortigoza no estará en la cárcel, deberá hacerse cargo de los costos procesales, y «abstenerse de mantener cualquier tipo de contacto con el denunciante Mauricio Argañaraz y su grupo familiar».